El Misterioso Motorista en la Niebla
Una carretera sinuosa, una noche envuelta en niebla y un autobús que avanza a ciegas hacia lo desconocido. Fernando y sus compañeros de viaje están atrapados en una situación peligrosa cuando una misteriosa luz roja aparece en la bruma. Es un misterioso motorista en la niebla, guiándolos a salvo.
Pero al llegar a la Posada del Faro, una inquietante revelación les hará cuestionarse lo que realmente vivieron. Un relato de misterio y suspense donde la realidad y lo inexplicable se entrelazan en una atmósfera inquietante.
La noche se ha cerrado sobre la carretera como una trampa. La lluvia repiquetea contra el parabrisas del autobús, convirtiéndose en un velo de agua y sombras que deforma las luces lejanas. La niebla es tan espesa que apenas deja ver más allá del morro del vehículo.
Sé que la carretera se retuerce como una serpiente junto al precipicio, y la visibilidad es nula.
—No podemos parar aquí —murmura Paco, más para sí mismo que para mí—. Si nos detenemos, otro coche podría chocar con nosotros, pero si seguimos…
No termina la frase. Nadie quiere verbalizar la posibilidad de que el autobús pueda precipitarse al vacío.
Es entonces cuando la veo.
Una luz roja. Pequeño, titilarte en la niebla, como un faro en la tempestad. Parpadeó una vez. Luego otra. Es el Misterioso Motorista en la carretera. Montada en una Triumph Thruxton roja. Un piloto trasero.
Me inclino hacia adelante, forzando la vista. Entre la niebla, el contorno de una moto se perfila, apenas visible, pero lo suficiente para distinguir su silueta. La moto avanza despacio, abriéndose paso en la oscuridad. El piloto levanta una mano, haciéndonos una señal inequívoca de que lo sigamos.
Sin saber por qué, siento una confianza ciega en aquel desconocido.
—Paco, sigue a misterioso motorista en la niebla —digo, sin apartar la vista de la luz roja.
Misterio en la carretera.
El conductor me mira con duda, pero algo en mi tono lo convence. Asiente y gira suavemente el volante para mantenerse detrás de la misteriosa figura.
No dejes de leer Un Fantasma llama a la puerta.