El Asesino de la Terraza

En la terraza de un Café de Madrid, un asesino elige a su próxima víctima. En una pequeña plaza, la terraza bullía con el murmullo de conversaciones y el tintineo de vasos. Entre los clientes, él se sentaba como uno más, su presencia tan anodina que nadie reparaba en él. Nadie imaginaba que, en medio de la aparente tranquilidad, había un depredador al acecho, un hombre que ocultaba su verdadera naturaleza tras una fachada de normalidad. Observaba, estudiaba, elegía. Dentro de unas horas, alguien de esa terraza dejaría de existir. Pero nadie sabía, que él era el Asesino de la Terraza. Un asesino en serie, frío, cruel, despiadado. Ni siquiera su propia esposa, que, distraída con su móvil, creía estar sentada frente a un hombre rutinario y predecible.

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¿Quién es el asesino de la terraza? Un rostro común, un alma oscura

Deslizó la mano en su bolsillo y acarició el arma. El tacto del metal era una caricia familiar, una promesa de lo que estaba por venir. Apretó los dedos en torno a ella, sintiendo la seguridad que le proporcionaba.

Un crimen a plena luz del día: la terraza como escenario perfecto

Mientras los demás reían y brindaban, él ya había tomado una decisión. El asesino de la terraza elige a su próxima víctima, pero nadie lo sabrá hasta que sea demasiado tarde. El silencio de sus crímenes es su mayor protección. Actúa con precisión quirúrgica, sin levantar sospechas, sin dejar huellas. Se mezcla con la multitud, se confunde con los hombres comunes. Pero en su interior, hierve la pulsión del cazador.

Un asesino en serie en una terraza: nadie está a salvo

La terraza, lugar de encuentros y risas, se transforma, sin que nadie lo sepa, en el escenario de un nuevo crimen. Un asesino en serie en una terraza elige a su próxima víctima, y lo hace con la calma de quien repite un ritual. Nadie está a salvo. Nadie lo ve venir.

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