Acepta el encargo, no puedes negarte.

Es un relato corto de suspense psicológico en el que nada es lo que parece. Su protagonista, Jaime, está atravesando el peor momento de su vida: acaba de perder su trabajo, su matrimonio se desmorona y las deudas lo ahogan. Una noche cualquiera, mientras apura su copa en la discoteca Infierno, un desconocido le ofrece veinte mil euros a cambio de realizar un simple encargo: recoger una maleta en el puerto de Santander y llevarla a la estación de Atocha en Madrid. Sin preguntas. Sin margen para el error.

A partir de ese momento, Jaime se verá envuelto en una carrera contrarreloj marcada por la incertidumbre, los recuerdos fragmentados y una lluvia persistente que parece acompañar cada una de sus decisiones. La carretera se transforma en un escenario de persecución, engaño y paranoia. ¿Quién le sigue? ¿Por qué murió su amigo Álex, que debía ayudarlo como coche lanzadera? ¿Qué contiene realmente esa maleta tan ligera?

¿Qué encontrarás en «El encargo»? Un relato de suspense, traición y decisiones al límite

El relato avanza jugando con el tiempo narrativo: analepsis, prolepsis, elipsis y ralentizaciones que reflejan el estado emocional del protagonista. El lector se verá atrapado entre la tensión del presente y las dudas sembradas en el pasado. A medida que se acerca la hora de la entrega, Jaime se enfrenta no solo al peligro físico, sino a una encrucijada moral: ¿seguir las reglas del juego o tomar el control?

Con un final abierto —y tan sorprendente como verosímil—, «El encargo» es una historia de decisiones límite, donde el suspense se mezcla con la desesperación y la rebeldía silenciosa de quien ya no tiene nada que perder.

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